Cascanueces Preescolar

Compromisos con nuestra salud

El ingreso al jardín infantil es por lo general motivo de angustia para los padres y para los mismos pequeños ya que representa enfrentarse a una serie de cambios que generan gran expectativa y angustia. Este momento trae consigo aspectos muy positivos como el relacionarse y socializar con niños de la misma edad y con personas distintas a las habituales.

 

 

Los primeros años de vida son decisivos para todas las personas porque es donde el cerebro humano crece más que en ningún otro momento de la vida, por lo que se les facilita aprender y asimilar con mayor facilidad nuevos conceptos; y porque en esta etapa los niños pasan por transformaciones físicas, afectivas, cognitivas y sociales que resultan cruciales para su crecimiento y desarrollo. Sin embargo, aumenta el riesgo de contraer enfermedades, especialmente de tipo infeccioso debido a una mayor exposición a microorganismos presentes en el ambiente o en compañeros contagiados.

Evitar que los niños se enfermen o se sientan mal cuando inician su etapa escolar es muy difícil y siempre existe la posibilidad de que se vean afectados por virus o bacterias respiratorias, de la piel o gastrointestinales. Por este motivo, el Jardín Infantil Cascanueces ha desarrollado un programa de prevención y manejo de enfermedades en la etapa preescolar, que tiene como principales propósitos los siguientes:

 

·      Proteger y mejorar la salud de toda la comunidad educativa.

·      Reducir la incidencia y/o gravedad de los episodios de enfermedades infecciosas que afectan a los niños, así como sus complicaciones.

·      Garantizar una adecuada calidad de atención de los niños.

·      Fortalecer aspectos de promoción y prevención en temas de salud en general y de prevención y manejo de enfermedades en la primera infancia.

 

Enfermedades comunes en la primera infancia:

Las enfermedades infecciosas más comunes que se pueden presentar en los jardines infantiles son aquellas producidas por virus, bacterias y parásitos que pueden localizarse con mayor frecuentemente en las vías respiratorias, las gastrointestinales y la piel.

 

Dentro de las enfermedades más frecuentes ocasionadas por virus se encuentran la gripa, la influenza, la enfermedad diarreica aguda y las eruptivas como el sarampión, las paperas, la rubéola, y la varicela.

 

De las infecciones ocasionadas por las bacterias es frecuente encontrar amigdalitis bacteriana debido al contagio con el estreptococo beta hemolítico del grupo A y las neumonías debidas al contagio con neumococo.

 

Las parasitosis son muy comunes especialmente por el contagio de amebas y oxiuros y giardias a nivel intestinal, y la sarna y los piojos en la piel.

 

Forma de transmisión de las enfermedades en la primera infancia:

Los niños enferman tanto porque tienen mayor riesgo de contagio, sobre todo los niños más pequeños, ya que tienen su sistema inmunológico aún inmaduro. A esto hay que sumarle que no saben protegerse adecuadamente de las infecciones ya que no se lavan bien las manos, no se tapan la boca al toser, no se suenan correctamente, comparten juguetes y se meten todo a la boca. A medida que van creciendo y que ponen en marcha estas medidas de protección, sus defensas aumentan, su cuerpo se fortalece y estas infecciones disminuyen.

 

Las enfermedades y virus se pueden transmitir por dos tipos de contacto:

La transmisión por contacto directo: Las formas más comunes de transmisión son a través del contacto directo con la piel o las mucosas de las personas infectadas con el virus. Se propagan fácilmente por la vía oro-fecal, cuando los parásitos presentes en la materia fecal son llevados luego a las manos, los ojos o  la boca.

 

La transmisión por contacto indirecto: Por lo general ocurre por la vía respiratoria, cuando la persona contagiada al hablar, toser o llorar expulsa el microorganismo que se encuentra presente en la saliva y éste permanece en el ambiente, hasta que otra persona inhala estas gotas infectadas o tiene contacto con superficies u objetos infectadas por el virus.

 

Medidas de prevención contra enfermedades en la primera infancia:

A continuación, se presentan algunas medidas que disminuyen el riesgo de contagio de enfermedades infecciosas y aseguran el bienestar de los pequeños en el jardín:

 

Cuando no deben asistir los niños al Jardín:

·      Si han pasado mala noche o que han tenido fiebre el día anterior.

·      Si tienen gripa, mocos, dolor de oído, dolor de estómago, brotes o ronchas sin identificar, dificultad respiratoria o algún malestar que indique complicación o gravedad.

 

Algunas de las razones por las que los niños no deben asistir al colegio enfermos son las siguientes:

·      No se encuentran en condiciones de participar en las actividades del jardín.

·      Necesitan cuidados permanentes y especializados que el personal del jardín no puede proporcionar.

·      Contribuyen a que se propague la enfermedad.

 

Estrategias para prevenir que los niños se enfermen frecuentemente:

·      Garantizar una alimentación sana, variada y nutritiva que ayude a fortalecer las defensas naturales del cuerpo para enfrentar las agresiones externas.

·      Fortalecer el sistema inmunológico, asegurándose que todos los niños tengan el esquema de vacunación adecuado para cada edad.

·      Dormir las horas necesarias no solo permite que el niño descanse y recupere fuerzas, sino que también mejora su capacidad de aprendizaje, de atención y fortalece el sistema inmunitario.

·      Promover frecuentemente el lavado de manos en los niños, especialmente después de ir al baño y antes de comer.

·      Promover la suplementación con micronutrientes como el ZINC, ya que ayuda a que el sistema inmunitario se fortalezca y funcione adecuadamente, previene diversas enfermedades infecciosas como la diarrea, la hepatitis y los resfriados, e interviene en la división y crecimiento de las células ayudando a la cicatrización de heridas.

·      Utilizar ropa adecuada que los proteja del frío, especialmente en las mañanas o en las tardes cuando las temperaturas son más bajas; y no abrigar demasiado a los niños mientras permanecen en recintos cerrados.

·      Proteger la nariz y la boca de los niños cuando se van a exponer a cambios de temperatura.

·      Explicar que no deben llevarse las manos a la nariz, la boca o los ojos, ya que de esta forma introduce las infecciones en el cuerpo.